Antes de empezar
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Cuando pensamos en preparar una carrera tan exigente como es el Ironman, debemos tener en cuenta algo básico: no son tres deportes diferenciados o independientes. El Triatlón es un solo deporte con tres disciplinas distintas. Por ello focalizar toda nuestra energía en una sola será siempre un error, si lo que queremos es prepararnos como triatletas. Además, es una de las pruebas más exigentes que hay y por lo tanto necesita de una preparación de meses e incluso años.
Puede darse la coincidencia de que como triatleta tu deporte de origen o procedencia sea la natación, el ciclismo o el atletismo. Esto significa que durante la preparación del Ironman la práctica y entreno de este este deporte disminuirá de forma bastante considerable, para pasar a dedicarle parte de vuestro tiempo a las otras dos disciplinas. ¡Ojo! No significa que vayáis a empeorar o perder calidad práctica en vuestra especialidad, esto significa que vuestra resistencia se verá fortalecida sin perder lo hasta este momento conseguido.
Tenemos que tener en cuenta que todo lo que hagamos en cada una de nuestras disciplinas, traerá como consecuencia beneficios en las otras dos. El entrenamiento de triatlón, tiene una ventaja que hace que los deportistas se vean atraídos por esta competición. Es característica tan particular es el hecho de que las tres disciplinas que se llevan a cabo en el triatlón lejos de ser excluyentes se complementan, y esto hace que la preparación para el Ironman sea más amena y motivadora.
Entrenamiento cruzado, evita lesiones
En nuestras rutinas y entrenamientos debemos tener algo muy en cuenta, y es que estamos hablando de una competición muy exigente que necesita más de dos meses de preparación. Con el entrenamiento cruzado aprovechamos cargas de una disciplina para realizar menos volumen o intensidad en otra obteniendo, entre otras ventajas, el mismo o mayor beneficio, pero reduciendo tiempo y riesgo de lesiones. Pese a lo que muchos creen, machacarse cada día no es el mejor camino para preparar una carrera como es el Ironman.
Debemos tener constancia, pero también debemos conocer nuestros límites.
Es importante marcarnos cada día una meta real, que podamos superar. Esto evita las desmotivaciones y el abandono a mitad de preparación, que es muy común en este tipo de competiciones.
Mantener la motivación es fundamental. Al principio se empieza con ánimo, te permites una hora más de bici el fin de semana, más metros en la piscina, más kilómetros en carrera. Con este debemos tener cuidado. Está bien superarnos cada día, pero debemos evitar el agotamiento. Ya que esto puede llevarnos a abandonar nuestra meta final, que es finalizar el Ironman.
Regenera, descansa y carga las pilas
Por otro lado, tenemos que permitir que nuestro cuerpo se regenere y cargue las pilas por eso los días de descanso son igual de importantes que los días de entreno. Uno de los mayores errores que se comete al prepararse para el Ironman es el de no descansar. Nuestro cuerpo necesita descansar, y nuestra mente también. Por eso dentro de nuestra rutina debemos tener uno o dos días a la semana de descanso. De esta forma conseguimos que nuestro cuerpo asimile el trabajo realizado y aumentemos nuestra resistencia. Lo ideal es organizarse para que ese día de descanso total sea después de dos sesiones de entrenamiento duros.
Antes de la carrera
La semana previa a la competición, aunque no lo creas, es el momento de descansar. Después de toda la preparación y los duros entrenamientos, es el momento de darle un respiro al cuerpo para que se regenere. Esta es la única forma de conseguir que estés al 100% el día de la carrera. Así, estando en plena forma, podrás sacarle partido y aprovechar todo el entrenamiento y la resistencia que has acumulado durante los últimos meses.
También es probable que, durante esa semana previa al Ironman, tengas más sueño o te sientas más cansado, incluso puedes llegar a sentirte más hinchado. No te asustes, es buena señal. Esas sensaciones significan que nuestro cuerpo se está preparando y reservado para el día de la competición. Así que, no te preocupes, evita caer en la tentación de machacarte y cansarte para el día de la carrera. Hidrata tu cuerpo y deja que se regenere. El día del Ironam estarás con las pilas cargadas para cumplir con tu objetivo.
Rutina saludable
Los triatletas que compiten en esta distancia deben entrenar duramente durante meses para esta prueba, cubriendo grandes distancias de natación, ciclismo y carrera a la semana durante un mínimo de uno o dos años, tanto a nivel aficionado como profesional. Esto implica llevar una rutina saludable acompañando a nuestra preparación física y mental. Dentro de esta rutina saludable debemos llevar un control de nuestra dieta, cuidando la alimentación, que, a decir verdad, con la dieta mediterránea se hace mucho más llevadero.
Comer sano no implica no comer, o comidas insípidas. Implicar marcarse unos horarios y desterrar cosas como los fritos o la bollería industrial. Carlos Ramírez, el triatleta con más Ironman de España, recomienda por su parte comer cinco veces al día.
Otro aspecto fundamental dentro de la dieta, es la hidratación. Durante los entrenos y el mismo día de la competición nuestro cuerpo pierde un montón de sales minerales que debemos reponer. Se aconseja beber de 4 a 5 litros diarios, elevando la ingesta en épocas de mucho calor.