Descubrirás además una forma diferente de conocer la isla y sentir sus costumbres y tradiciones.

En Mallorca existen numerosos lugares y pueblos donde experimentar un turismo diferente; rutas de senderismo para perderse en la naturaleza, paseos entre olivos y viñedos o recorridos por pueblos recónditos de la sierra, son, entre otras, actividades que transmiten una experiencia y tranquilidad únicas.

Queremos recomendarte algunas actividades sugerentes para realizar en esta época del año:

• Enoturismo y gastronomía: Disfrutar de la gastronomía local y sumergirse en el mundo del enoturismo, gracias a los viñedos que encontramos repartidos por toda la isla.
• Rutas: Si te gusta perderte por la naturaleza, descubrirás numerosos itinerarios que puedes realizar tanto a pie como en bicicleta.
• Los más espectaculares son los que cruzan el Parque natural de s’Albufera, muy cerca del municipio de Muro o, las múltiples alternativas que te ofrece la Sierra de Tramuntana. Si decides practicar el ciclismo, Mallorca es considerada un destino ideal para recorrer en bicicleta gracias a las diversas rutas que podrás encontrar por los distintos parajes de la isla, con diversos niveles de exigencia, tanto por la montaña como por la costa.
• Ferias y mercados: Otra actividad recreativa que realizar en primavera es la visita a los diferentes mercados que se celebran en las plazas de los pueblos. Es una forma curiosa de conocer la historia, así como la gastronomía y las costumbres. Además, durante esta estación del año, son numerosas las localidades de la isla que organizan su “fiesta de primavera”. Cada pueblo se esmera en decorar las plazas y las calles, donde exponen artículos de artesanía, ganadería, gastronomía, etc.
• Turismo: Recorrer los pueblos te acercará a la rica y particular cultura de las isla. Cuevas marinas, castillos, calles antiguas y ruinas prehistóricas son algunos de los atractivos que te cautivarán.
• Un recorrido gastronómico es otra propuesta a tener en cuenta.

Conocer y degustar los platos típicos que se preparan, a partir de los productos propios de cada temporada, de forma tradicional en los pueblos de la isla. El frito mallorquín que puede elaborarse, según la estación del año, con diferentes tipos de verdura; el pa amb oli acompañado de diferentes embutidos (como la sobrasada mallorquina) y quesos locales; la lechona, conocida como “porcelleta”, cocinada al horno con guarnición o los caracoles a la mallorquina, para lo más atrevidos.

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