¿Qué tal estás Alejandro? ¿Cómo has vivido estos últimos meses?

Ha sido una situación difícil para todos. Pero como soy muy positivo he intentado tomármelo como unas vacaciones en casa. Y también he aprovechado para hacer otras actividades para las que antes no tenía tiempo.  

He tratado de mantener la forma con los entrenamientos indoors y también organizando ejercicios online para mis deportistas.

¿Cómo has conseguido mantener la motivación y el positivismo durante estos meses?

Con mucha paciencia. Los que hacemos IRONMAN tenemos la paciencia muy trabajada y en estas situaciones extremas también nos viene bien. Una nueva experiencia muy gratificante ha sido realizar entrenos online varios días a la semana.

Hemos escuchado decirte: “El triatlón es un modo de vida, lo llevo dentro”. Cuéntanos tus inicios. ¿Cómo te convertiste en un atleta de triatlón?

Pues creo que empecé por admiración hacia mis hermanos mayores, algunos de ellos competían en diferentes pruebas y al ser el menor de 10 hermanos, en casa era muy normal ir a verles competir y vivíamos en un ambiente claramente deportivo. En 1993 con 15 años cursé mi primer triatlón.

Tu palmarés es realmente impresionante: 4 veces campeón del mundo, 3 veces campeón de Europa, 11 medallas con la selección española, varios pódiums en IRONMAN... De todos tus triunfos, ¿Cuál te trae los recuerdos más especiales? ¿Por qué?  

En 1997 fui campeón del mundo junior de duatlón, unos días después del fallecimiento de mi madre. Y más recientemente fue muy especial mi triunfo en el triatlón Vitoria-Gasteiz de 2018 en distancia IRONMAN.

Esta prueba ya la había ganado en 2014 y le tengo mucho cariño, cerca de casa, un gran recorrido, con mucha repercusión y el público volcado. Ese año me preparé a conciencia para intentar ganar ya que el año anterior acabé andando por problemas físicos, después de ser uno de los favoritos y quería devolver todo ese cariño a mis seguidores.