Situado en la bahía que le da nombre, Santa Ponça es un verdadero refugio natural al que antiguamente acudían los barcos buscando protección y dónde el Rey Jaime I inició la reconquista de Mallorca. Hoy, sus aguas siguen siendo un oasis de calma cristalina, donde disfrutar del verano es un auténtico placer para los sentidos.
A sólo 20 minutos de Palma, esta localidad situada entre El Toro y Paguera cuenta con una gran playa central alrededor de la cual se distribuye el pueblo, con su paseo marítimo, sus chiringuitos y sus múltiples tiendas y restaurantes. A solo unos minutos del centro, se pueden encontrar desde campos de golf a lugares de referencia como la Costa de la Calma o las maravillosas Islas Malgrats.
Qué ver en Santa Ponça:
- Playa de Santa Ponça: con unos 1.300 metros de largo y aguas cristalinas. Es una playa muy tranquila, segura y equipada con todo tipo de servicios.
- Parque del Puig de Sa Morisca: parque arqueológico de la época talayótica, con diferentes rutas de senderismo y miradores sobre la bahía.
- Port Adriano: uno de los puertos deportivos más lujosos de la isla, con bares y restaurantes exclusivos. Ubicado entre la punta de El Toro y las Islas Malgrats.
- Mirador de las Islas Malgrats: uno de los rincones más bonitos de Mallorca para fotografiar y disfrutar de la puesta de sol.